lunes, febrero 21, 2011

Por una rendija de mi bostezo
miro pasar al amor de mi vida.


(c) Oscar Franco

miércoles, febrero 16, 2011

Ya sólo la nada

Te traje mi corazón con trocitos de manzana
y te lo entrego completo para que al rato lo leas.
Te voy a dejar mis manos colgadas sobre tus hombros,
sin ti puedo usarlas mucho pero no tiene sentido.

También tengo un corazón perdido entre los escombros
de un tren polvoriento, gris, monótono y aburrido,
pero ése no te lo doy, ni siquiera te lo presto,
no quiero que veas mi cara cuando no estoy a tu lado.

¿No sabes que es tu mirada la que sostiene todo esto?
¿Que el mundo, cuando te vas, se queda oscuro, apagado?

No sabes, qué has de saber, que al sol lo encienden tus ojos,
que es tu sonrisa de frente la que ilumina al paisaje,
que es tu cuerpo que se mueve el que crea, a tus antojos,
el aire, el agua, la tierra, el fuego, el amor salvaje,
la ciudad y las estrellas haces y haces a la gente.

¿De veras no te das cuenta de que todo cuanto existe
sólo existe si te acercas, sólo cuando estás presente?
¿No sabes que si te vas se va todo lo que hiciste?
Se van la vida y el sol, se va el aire, se va el cielo.

Queda en su lugar la nada, que no suena, que no huele.
No digo la noche, niña, no digo que sólo hielo.
Es que sólo queda nada, ¿me entiendes? Duele, sí, duele
pero, después, ni la pena. No, ni un agujero vacío.

¡Que desaparece todo! Incluso yo, con lo mío.
Queda la nada, si acaso, que no es un caos, no es un lío.
Queda ya sólo la nada; ni horror, ni muerte, ni frío.


(c) Oscar Franco

sábado, febrero 05, 2011