Ahí vienes de nuevo
te encuentro
siempre te encuentro
sobre esta calle
debería saltarte encima
semilla de café
arábiga
mexicana
qué se yo de qué planeta provengas
ni qué tengas
porque tienes
esa aura sobre las sienes
como si lo supiera
querida
voy a llamarte
deseo
por tu nombre de pila
de herida
y no me contestes
sigamos
desconocidos para ambos
de qué estoy hecho
maltrecho mi corazón
soy un caldo de gallina
por eso me miras raro
si otros ojos me acompañan
mas los tuyos
jamás sonríen
semilla arábiga
no logro escuchar lo que dices
por mucho que te aproximes
me arrastra en su feroz corriente
un urgente sentimiento
de querer saltarte encima
y cubrir tu selenita humanidad
con una infinita gama de besos
me parte el corazón ver
tu figura deambulando
sin satélites alrededor
te has dado cuenta
qué caso
no cabe duda en tu tórax
no cabe concavidad
mis dedos mueren de buenos
de santos
de legales citadinos
de deseos insatisfechos
de desbrozar tus ojales
para esparcir la pasión
por tus minúsculos pechos
claustro de café temprano
quiero asaltar tu convento
devorarte por adentro
huele a ti mi camiseta
será mi imaginación
escápate ahora
niña
quince minutos antes
de llegar a tu oficina
sólo unos cuantos peldaños
penumbras
silencio te prometo
con ninguna pregunta
silencios hablaremos
y extraños sonidos hondos
extraños nosotros
alientos
hondonadas
y de la nada
dos besos
furia ardiente
que entre nuca
espalda y cuello
clava el diente
la espada
sigue pendiente
las codiciosas miradas
las caricias anhelantes
las maderas susurrantes
las medidas fantasiosas
del botón de un pantalón
porque no vas a evitar
que te machaque en mis sueños
y no creo ya en nada
semilla de café
por qué
entonces
sigo confiando en que ahora
será diferente
si nunca lo es
nada lo es
nada cambia
y enamorarme
no
de nuevo no
una vez más
jamás
no
ya no
nunca más
ya no
ya no en llamas
nunca más
no más
ya ves
arábiga dulce
de amarga mirada corta
de corta-miradas largas
de besos desconocidos
de dedos de escaramuza
de nunca serás mi musa
voluntariamente no
ni yo tu quítame-el-sueño
entiende que no
que no quiero ser tu dueño
sólo un feliz tropezón
y olvídame en la mañana
semilla de mexicana
café de olla
selenita
arábiga concentrada
dulce mirada malvada
potencialmente mujer
me marco personal
no ataco
príncipe de Dinamarca nací
self-conscious
torpe
indeciso
se me atraganta el inciso
C-R-O
no sé
y asfixiado
repentinamente atado
me siento en esta trampa para osos
tú un cometa solitario
esbelta zanca
globular cauda
lacia necia cabellera
y esa boca que de entrada
ya me está gritando NO
diosa del claustro
enséñame cómo se te adora
ahora
sin dejar para mañana
lo que quiero hacerte hoy
tuyo soy
no me desprecies
porque mi nombre no sabes
no vas a necesitarlo
corre debajo de todo esto un río
pero invitarte a ti un café
es absurdo
acaso brillarían tus ojos
sonreirían si por error
o nada borrará tu mueca
de desairada muñeca
para quien la vida
de plano no vale nada
y nada impedirá esta noche
que te beba entre mis sueños
taza de café
la fe
que nos falta a los humanos
a tus hombros
a mis manos
a esta helada madrugada
a tu cintura
a mi lengua
a la ley de gravedad
que de tu piel me separa
no sabe sin cavidad
mi atracción por ti
felina
mujer
semilla
de ganas insospechadas
de desvelos intangibles
acaba de cavilar
y sonríe
que no quepa duda
semilla de mujer sin canas
no cabe duda
en tus senos
mueren mis dedos de buenos
de santos
o de cobardes
muere mi lengua de urbana
contradicción respetuosa
muere una pasión honrosa
por no cortar el listón
sin mayor explicación
no iremos al precipicio
que es donde acaba en las tardes
la salud mental de dos locos
arrojados a las luces
que produces
sin brillar
tú
remota
yo de bruces
tú te alejas
semilla de café
me dejas
sin probarte
no me dejas
saborearte
te evaporas
y me dejas
semilla de café
me dejas
semilla de café
sin fe.
© Oscar Franco