martes, mayo 31, 2011

Ni te preocupes.

Serás recordado por lo peor que hagas.

martes, mayo 17, 2011

¿Para quién lo hacía?

No le preocupaba el público en absoluto.
Era una insaciable voluntad que lo impulsaba a escribir.
Hacía años que habitaba en la torre de aquel castillo abandonado, conteniendo el impulso de saltar por la alta ventana que miraba sobre el acantilado, por encima de las rocas donde se despeinan las olas del mar.
Escribía noche y día.
Parecía no querer dejar ni una sola idea que pasara por su mente sin plasmarla en el papel, buena o mala, sencilla o complicada, práctica o absurda.
Lo que sucediera con ese montonal de hojas escritas por ambos lados no era, al parecer, lo más importante.
Juntando todo el producto de su labor en más de dieciocho años bien se podían formar arriba de cuatrocientos volúmenes de considerable grosor.
Apenas dormía unas cuantas horas.
Trabajaba como poseído en su misteriosa obra.
Sin embargo, jamás había publicado un simple artículo.
Si no escribía para un público, entonces ¿para quién lo hacía?

(c) Oscar Franco

Introducción Carta 13 del Navegante

Hay, muchos, muchos kilómetros al noroeste de Metaforópolis, una ciudad verdaderamente autónoma, agradable, sencilla y hermosa. Allí los ciudadanos son verdaderos arquitectos de su destino. No rinden pleitesía a naciones extranjeras ni les es primordial la exportación o la importación. La globalización les tiene sin cuidado. Esa magnífica ciudad se llama Dainiria. En ella se respira una eterna sensación de paz, respeto y cordura.

-Bitácora del Navegante-

(c) Oscar Franco