domingo, enero 01, 2012

al cabo de una luna







Me he quedado un rato sobre estas huellas

resolviendo el koan de unas cadenas

contemplando el polvo de su óxido

desvanecerse en un soplo de luz.

Las formas parecen iguales

pero mucho han cambiado.

He estado sentado

sobre el torrente de este karma

y me he quedado hasta ver

cómo sale la última gota.

Donde habitaba la guerra

ahora respira la paz.

Es posible

Viejo Árbol de Corazón Verde

que te encuentre

en tus montañas emplumadas

al cabo de una luna más

cuando calce los tenis

del retiro solitario.


© Oscar Franco

foto: Inés de Tavira

7 comentarios:

  1. ¡Y quién podría encontrarme más fácilmente! ¿Cuándo?

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  2. ¡Y dónde!Qué caray...

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  3. ¡Donde estemos ahora, ése es el momento, ése es el lugar!
    Sin duda.

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  4. Hace rato que el aire murmura tu emplumado nombre.

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  5. Daíkishin dijo: Zentada, en uno de los zafus del Jardín de los Pilares donde me diste un bastón y tomaste otros tantos, fui un árbol deshaciéndose entre partículas de polvo la otra tarde. Adentro las montañas y los ríos, afuera los autos diciéndose cosas que no comprendí... ¡Zaz!

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