miércoles, marzo 25, 2009

Que el Dharma te acompañe


(enero 14, 2007)

La mente en silencio.
Sientes lo que ahora es.
No está en las palabras,
nunca estuvo, nunca estará.
¡El Dharma está aquí!

Pensar en el Dharma es andar todavía muy lejos.
Pensar en cómo llegar a la iluminación
es seguir buscando fórmulas...
¡Y es tan fácil!

La mente en silencio.
"No sé".

No hay nada que anticipar,
nada que resolver,
nada que ser.

Silencio.
Iluminación instantánea.

© Oscar Franco

2 comentarios:

  1. Suena ese silencio como un templo de palabras blancas y siempre certeras.

    ¿Cómo hace una para callar las voces y las velas rabiosas del mar agitado?

    Fantasma, si tú lo sabes, dinos la verdad.

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  2. Xi,

    Para parar sólo hay que parar.
    Lo hacemos difícil porque pensamos en cómo hay que hacerlo.
    De pronto es la misma mente la que hace el esfuerzo de callarse... y no acaba.
    Lo que hace una con las voces y las velas rabiosas es nada más darse cuenta de que ahí están.
    Y contemplas el impulso que surge por identificarse con ellas. Pero no "te identificas", sólo te das cuenta de que así es.

    Eso es meditar.
    Algún día nos sentaremos un rato. Quizás entonces todo sea más claro.
    ¡Nada que tú no sepas!

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